Mis pronombres son:

ella/la o él/lo

(Formas intercambiables: Femenino o Masculino)

Ejemplos de uso en oraciones:

  • Creo que ella es muy querida.
  • Llamé a mi hermana esta mañana y me dijo que estará ocupada esta tarde.
  • A mi amiga la quiero, pero a mi novia la amo mucho.
  • Las activistas progresivas están presionando para la aceptación de los pronombres neutros.
  • Se acerca la navidad y no sé qué regalos comprar para ellas.
  • La dueña de esta tienda es una persona amable.
  • Las vi anoche pero no me reconocieron.
  • Es una estudiante muy lista.

Tabla:

Pronombre Pr. de objeto directo Artículo determinado Artículo indeterminado Flexión
Singular ella la la una -a
Plural ellas las las unas -as

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Ejemplos de contextos culturales:

Femenino (ella/la)

  • Lucy AshQué son las “zonas libres de LGBT” de Polonia, la polémica iniciativa que pretende acabar con la "ideología gay" en el país europeo (BBC News Mundo) , 2020

    • En lo que respecta a Małgorzata Szutowicz, una activista no binaria generalmente conocida como Margot, se acabó el tiempo de repartir pegatinas y donas con una sonrisa.
  • Ann LeckieJusticia auxiliar (traducción: Victoria Morera) , 2015

    • Como no estábamos hablando en radchaai, tenía que tener en cuenta el género, ya que en el idioma de Strigan se diferenciaba. Al mismo tiempo, la sociedad en la que vivía creía que el sexo de las personas no tenía importancia. Los hombres y las mujeres se vestían, hablaban y actuaban indistintamente. Aun así, ninguna de las personas que había conocido en aquella sociedad había titubeado nunca ni se había equivocado al referirse al sexo de una de sus congéneres, pero todas se sentían ofendidas cuando yo titubeaba o me equivocaba.

Masculino (él/lo)

  • Ursula K. Le GuinLa mano izquierda de la oscuridad (traducción: Francisco Abelenda) , 1973

    • Era tan femenino en el aspecto y las maneras que una vez le pregunté cuántos hijos tenía. Puso mala cara. Nunca había dado a luz. Pero había sido progenitor de cuatro. Tuve un pequeño sobresalto, como muchas otras veces. El impacto de una cultura tan diferente no tenía demasiada importancia comparado con el impacto biológico que yo sentía como hombre entre seres humanos que eran, cinco sextas partes del tiempo, hermafroditas neutros.
    • Habíamos sido kemmerantes siete años, y habíamos tenido dos hijos. Nacidos de la carne de Ashe se llamaban como él, Fored rem ir Osbod, y habían sido criados en aquel clan-hogar. Tres años antes Ashe había visitado la fortaleza de Orgni y llevaba ahora la cadena dorada; celibatario de los profetas. No nos habíamos visto en esos tres años, y sin embargo mirándolo a la luz del crepúsculo bajo el arco de piedra sentí aquel viejo hábito de nuestro amor, como si se hubiese roto un día antes, y vi en Ashe aquella fidelidad que lo había impulsado a compartir mi ruina. Y comprendiendo que ese lazo ya inútil me apretaba de nuevo, sentí furia; pues el amor de Ashe me había obligado siempre a actuar contra mis sentimientos.

¿Por qué importan los pronombres?

Todes tenemos pronombres. Son las palabras que se usan en lugar del nombre para referirnos a alguien a quien ya mencionamos. La mayoría de las personas usa “él” y “ella”, así que asumimos automáticamente cuál usar con base en su apariencia. Pero en realidad no es tan simple…

El género es complicado. Algunas personas no “se ven” como su género. Algunes prefieren ser llamades de manera distinta a lo que une asumiría. Algunas personas no encajan en las casillas “masculino” o “femenino” y prefieren un lenguaje más neutro.

Esta herramienta te permite enlazar a tus pronombres, con ejemplos de uso en oraciones, para que puedas mostrarle a la gente cómo prefieres que te llamen.

¿Por qué importa? Por simple decencia humana. No llamarías “Lucía” a Alicia sólo porque a tí te gusta más ese nombre o porque “tiene más cara de Lucía para tí”. O incluso si ella se llama “Lucía” en su acta de nacimiento pero detesta ese nombre y prefiere usar “Alicia”. Es exactamente lo mismo con los pronombres – si no quieres ser grosere con alguien, dirígete a elle correctamente. La única diferencia es que normalmente conocemos los nombres, pero no los pronombres. Nos presentamos con nuestro nombre, pero no con nuestros pronombres. ¡Hagamos un cambio!

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